¿El mejor secreto para triunfar? Búscate un buen marido

No me resisto a compartir en mi blog el artículo que leí esta semana en Expansión relativo al libro que ha escrito Sheryl Sandberg, la jefa de operaciones de Facebook, que en mi opinión dice muchas verdades, aunque también es cierto que ella goza de una situación muy, pero que muy privilegiada.

Me gustaría mucho conocer vuestra opinión sobre la posibilidad que tienen las mujeres, pero es cierto que el apoyo de un hombre a tu lado que comprenda y que comparta tu inquietud por tu éxito profesional es absolutamente fundamental. Muchas mujeres renuncian a una vida profesional completamente compatible con la familiar por las presiones de la pareja, porque no comprenden ni entienden tu capacidad de atender todas tus responsabilidades, y porque en definitiva se trata de unos cómodos machistas que no se quieren implicar más de lo estrictamente necesario.

Esa es la razón por la que muchas mujeres que llegan «casi a la cima» lo hacen solas, solteras o divorciadas. Porque es muy difícil encontrar un compañero de vida que esté dispuesto a tantos sacrificios, mientras que las mujeres durante miles de años se han resignado a mantener ese papel de apoyo incondicional que ahora exigimos nosotras.

Incluso los más tolerantes, los más abiertos y los más independientes sacan de vez en cuando su raza masculina a relucir. Os lo digo yo….

DIARIO EXPANSIÓN Martes, 9 de abril de 2013.

HISTORIAS DE NEGOCIOS Y GESTIÓN

¿El mejor secreto para triunfar? Búscate un buen marido

SANDBERG El apoyo incondicional de su pareja es clave para que las mujeres asciendan.

Sandberg acusa a las mujeres de sentarse en una esquina de la sala de reuniones y no pedir el sueldo y el ascenso que se merecen

Sheryl Sandberg es la jefa de Operaciones de Facebook, una de las mujeres más poderosas de Silicon Valley y, desde ahora, el modelo de madre trabajadora para muchas mujeres del mundo. Sandberg acaba de publicar Lean in, una visión muy personal de los problemas que las mujeres tienen para llegar a la cima de las empresas. El libro, publicado en Estados Unidos y Reino Unido, es un manifiesto feminista en toda regla, llamado a convertirse en lectura obligada para cualquier mujer que aspire a tener un puesto de responsabilidad sin renunciar a una familia. El resultado es una obra divertida, crítica y fácil de leer -brillante la labor de edición de Nell Scovell-, donde se mezclan con gracia vivencias personales de la directiva con datos y teorías de management y sociología.

Su primer consejo es claro: si quieres llegar alto, elige a un marido que te apoye incondicionalmente y comparta contigo la educación de tus hijos. Sólo así una mujer puede llevar una vida compatible con las exigencias del mundo corporativo. «La decisión más importante que una mujer toma en su carrera es si va a tener una pareja y quién va a ser esa pareja», dice Sandberg. «No conozco a una sola mujer en un puesto relevante cuyo marido no esté absolutamente comprometido con ella y sus responsabilidades», asegura.

Lean in está escrito para mujeres educadas, con puestos de responsabilidad y unos cuantos hijos. Mujeres que trabajan duro, pero que muchas mañanas piensan que sería mejor tirar la toalla y dedicarse a ser únicamente «buenas madres».

De la mano de Sandberg y sus vivencias, muchas lectoras se sentirán reconfortadas. Sublime el capítulo en el que la directiva descubre que sus hijos tienen piojos; amargo el momento en que recuerda su baja maternal como un «tiempo muy infeliz» porque no hizo más que trabajar desde casa sin disfrutar de su bebé; y divertido cuando en una empresa no supieron decirle dónde estaba el baño de mujeres porque en años no habían visto a ninguna directiva.

UN LARGO CURRÍCULUM

Sandberg, nacida en una humilde familia judía en Nueva York, despuntó pronto por su brillantez. Estudió en Harvard, pasó por la consultora McKinsey y tras un tiempo como ayudante del equipo de Bill Clinton, empezó a trabajar en Silicon Valley, primero en Google y después en Facebook. Durante años, trabajó de 7 de la mañana a 7 de la tarde, pero todo cambió cuando fue madre y descubrió que no tenía el control sobre su vida. Su lema favorito es: «Done is better than perfect» (Es mejor hacerlo que hacerlo perfecto).

Sandberg habla sin tapujos de un tema tabú para la mayor parte de las mujeres poderosas: la falta de directivas en el mundo corporativo y el techo de cristal que todavía existe y que impide que ellas lleguen a la cima. Sandberg habla del machismo en las empresas y del vacío que muchas directivas sienten en el mundo corporativo, pero lo más interesante son las críticas que Sandberg lanza a las propias mujeres.

Las acusa de sentarse en las esquinas de las salas de reuniones, en lugar de en la mesa principal; de no pedir el aumento de sueldo y las promociones que se merecen; de no ayudarse entre ellas; de no creer en ellas mismas; de no presentarse a nuevos puestos de trabajo; y de estar preocupadas de lograr el equilibrio entre vida familiar y profesional… antes incluso de tener una familia.

HA RECIBIDO CRÍTICAS

El libro no ha gustado a todo el mundo. Muchas mujeres dicen que Sandberg tiene dos hijos, pero los recursos suficientes -cobra 30 millones de dólares al año- para contar con un regimiento de niñeras y todas las facilidades imaginables. También le achacan que presume de salir a las 17:30 de la oficina y cenar en familia, algo que muchas mujeres querrían, pero que sus empresas no les permiten. Por último, se dice que el libro es el primer paso de una incipiente carrera política.

A su favor hay que decir que Sandberg es de las pocas mujeres que llevan años hablando de los problemas de las mujeres en las empresas. Que su mensaje es, en general, ilusionante y positivo. Y que su principal consejo es pensar en grande y negociarlo todo, incluso lo que aparentemente no se va a conseguir. «No tengas miedo de pedir. Todos los trabajos exigen sacrificios, pero la clave es saber evitar los sacrificios innecesarios», afirma esta directiva.

 EXP09ABMAD - Nacional - Directivos - pag 44

2 Comentarios Agrega el tuyo

  1. yollyp dice:

    Estoy totalmente de acuerdo bastante presión hay en un trabajo de responsabilidad para no incrementarlo con las presiones familiares y del marido, siendo persona que siempre he trabajado con horarios irregulares desde hace 30 años y viajado mucho todo mi vida laboral, allí ha estado el siempre incluso dejando su trabajo para seguirme cada vez que cambiaba de ciudad y buscándose la vida, sufro 15% del tiempo la rabieta masculina y “hasta aquí hemos llegado” pero el resto del tiempo un sol y apoyo. Creo que no vale la pena para una mujer llegar a la cima sin familia, pareja y vida vacía a nivel personal, salvo claro, que es lo que busca a propósito por ambición, dinero y prestigio
    Sobre el machismo, esto sigue todavía muy prolifera y es lo que más irritación me causa tienes que imponerte o te pisan como la niña tonta y trabajas el doble de duro para probar que también puedes valer, no hay derecho, y al final al cabo una mujer vale más que dos hombres casi siempre en eficiencia, gestión y organización, pero claro es opinión de mujer!!

  2. Ainhoa dice:

    Me he encontrado con este post tras una noche de insomnio gracias a la aventura «mi niña ya no lleva pañal por la noche» y con la lavadora a reventar de ropa de cama (la aventura no va muy bien que digamos) así que no, no y nooooooo. No acepto que me digan que hay una liga de «superwomen» triunfadoras mientras yo juego en tercera regional. O te dejas el sueldo en nannies y asistentas o no llegas. O recurres a las maravillosas abuelas (y abuelos) que tienen nuestros hijos o no se puede tener la misma proyección laboral que los hombres, sean o no nuestros maridos. Así que no, no y otra vez nooooooo Basta ya de artículos de madres que se hacen fotos sin ellos… ¿dónde los ha dejado? Basta ya de mujeres que alardean de conciliación y no han cambiado un pañal en su vida.
    ¿Y eso del marido? Si el mío estuviese igual de forrado que el de ella también me apoyaría incondicionalmente…. así no vale

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